A sus cortos 30 años, destacamos a nuestra querida Nicole Berríos, una joven que con talento y esfuerzo logró convertirse en profesional, es Periodista de la Usach, fue becada de la Fundación y también formó parte del equipo de Fundación Puente, desempeñándose como periodista, Encargada de Comunicaciones. Una joven comprometida, responsable y exitosa en el ámbito laboral.
¿Cómo te defines como persona?
Me defino como una persona solidaria, comprometida y cariñosa. Destaco el compromiso con la labor social de mi profesión que va en sintonía con mi forma de ver la vida: ayudar y servir a otros desde lo que uno es, primero como persona y segundo como profesional.
¿Qué te motivó a elegir la carrera de periodismo?
Desde chica siempre pensé que cuando fuera grande tenía que ser la voz de quienes eran más tímidos y les costaba hablar. Creo que problemas de personalidad nunca tuve, y era una cualidad que tenía que aprovechar. Cuando estaba en 4 medio y rendí la PSU mi meta era estudiar derecho, ciencias políticas o periodismo… para derecho me faltó puntaje (hoy lo agradezco) y, para periodismo me alcanzaba en la Usach que era la U donde estudió mi hermano y además tendría una beca importante de arancel. Creo que la vida y Dios se encargaron de acomodar todo para ponerme en el lugar preciso en el momento exacto.
¿Cómo llegaste a Fundación y cómo viviste el proceso de becada?
Llegué a Fundación Puente por mi hermano Luis, quien también había sido becado. Mi proceso en la Fundación fue muy bueno, de contención, de apoyo incondicional, creo que a través de la Fundación conocí la verdadera vocación de servicio, esa que se involucra con las personas a tal punto de sentirlos como parte de tu vida, de tu día a día. En el camino fui mamá de mi Agustín (ya tiene 9 años) y la Fundación, en especial la Carola siempre estuvo ahí. Uno de los mejores recuerdos que tengo fueron las jornadas de becados y especialmente cada momento de reflexión, de conectarse con uno mismo, que mediante dinámicas y actividades permitía conectarse con uno mismo y salir como renovado.
Además de ser becada, fuiste colaboradora de la Fundación, ¿Qué destacarías de ese proceso?
Ya después de un par de años titulada y egresada del programa de becas, se presentó la oportunidad de poder desempeñarme como profesional en la Fundación, un desafío importante para mí en lo profesional, pero más allá de eso valoro esa oportunidad por todo lo que me permitió crecer, aprender y aportar… creo que en la Fundación fue donde recién pude desarrollar y aplicar mi profesión en lo social, pese que había tenido otros trabajos antes. Destaco dos ámbitos de mi pasó como periodista por la Fundación, el primero poder a través de mi trabajo, de lo que sabía hacer, contribuir a posicionar y dar a conocer la Fundación tanto con las empresas, socios y comunidad estudiantil. Segundo, los imborrables recuerdos de los lazos de amistad con el equipo, la Jeane, Angi, Carola, Leito, Polet, Pame y por supuesto con la Carola. Ir a trabajar, llegar a la Fundación a trabajar, era como llegar a la casa de tus padres un fin de semana o por la tarde. Siempre digo que de mis casi 7 años como profesional, uno de mis mejores lugares de trabajo ha sido la Fundación, ahora se suma mi trabajo en el sector público.
¿Cómo ha sido tu experiencia Encargada del Departamento de Prensa, en la Ilustre Municipalidad de Buin?
Mi experiencia en el ámbito laboral desde el día uno ha sido de crecimiento y aprendizaje. No he tenido trabajos buenos o malos, cada uno diferente y eso me gusta, así me he podido desempeñar en diversos ámbitos del periodismo, desde el de investigación hasta hoy hacer televisión. Pero debo desatacar que en cada uno de mis puestos laborales en esta corta pero intensa carrera profesional, es que siempre hay que “hacer mucho y con poco”, lo cual podría representar un desafío, pero yo lo veo como una oportunidad de innovar, de crear redes y apoyarse con otros colegas o equipos. No sé si es el rubro o será que aprendimos muy bien a ser multifuncionales, escribir para el diario, sacar fotos, concertar entrevistas, preparar campañas, atender público, llevar adelante estrategias, investigar, conducir programas… y tantas otras funciones. Y no es una queja, creo que es lo que más me gusta de mi trabajo, poder aportar de múltiples formas a la comunicación social, esa comunicación que debe llegar de alguna forma u otra hasta el último rincón. De verdad me encanta mi trabajo, lo disfruto, aprendo, avanzo, espero, llega el estrés, pero luego vuelvo a disfrutar y así, todo en un día (jajajaja) una montaña rusa, pero que al final del día da cuenta de que un día más pude ayudar en la realidad de otro.
A pesar de tu corta edad ya has cumplido muchas metas y sueños en el ámbito educacional y te has convertido en una mujer exitosa y empoderada en el plano profesional. Sin embargo uno nunca deja de soñar y siempre hay metas o sueños que se van sumando en el camino… ¿Tienes algún sueño o meta que te falte por cumplir?
Siempre decía… “cuando yo sea Intendenta”, ahora digo “cuando yo sea vocera”… (jajajaja). Sí, tengo una meta y muchos sueños. Sueños como poder a diario entregar más de lo que puedo a mi familia y amigos, seguir apoyando en múltiples ámbitos a quien pueda y también poder darme “minutitos” al día para mí… algo que a veces a uno se le olvida. Y mi meta es poder algún día aportar desde la comunicación social al ámbito Estatal, al sector público. Hoy de alguna manera, en menor escala, pero no menos importante lo hago, pero sería bonito poder llegar, en esta misma línea, a aportar para todo un país.
¿Hay alguien en especial a de la Fundación y/o de tu familia a quien quisieras entregarle un mensaje de agradecimiento, o simplemente dedicarle algunas palabras?
A mi familia mi infinito agradecimiento, sin duda gran parte de lo que soy hoy fue a punta de esfuerzo de mis padres y hermanos, ellos han sido el ejemplo, el referente que siempre he tenido para pararme ante la vida y todo lo que ella conlleva. De la Fundación mi cariño y gratitud hacia Carolina Farfán y el Padre Andrés Moro, no tan solo por su apoyo y cariño de siempre, sino que les agradezco por que un día decidieron hacer de la Fundación Puente una realidad, una instancia de apoyo a jóvenes como yo y tantos otros, que lo único que necesitaban en la vida era contención, motivación y confianza de que los sueños pueden hacerse realidad. Qué distinta sería nuestra sociedad si tuviese más personas como ellos, que sin esperar nada a cambio y con la misericordia de Dios pudieron dar vida y mantener por ya tantos años en pié firme este Puente de esperanza y solidaridad.
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